Bibliografía anotada
Adela Melara
Hathaway, Robert L.
“The Art of the Epic Epithets in the Cantar de Mio Cid”.
Obras Completas,
iv: Cantar de Mio Cid. Texto,
gramática y vocabulario.
Madrid, 1908. 311-321.
En
este artículo, Robert L. Hathaway, hace mención específica de varios epítetos
que confirman los atributos que recibe el Campeador en este poema:
“En buena hora nació; En buena
ora ciñó espada. El
autor explica que se usaban los epítetos
no solamente para ayudar al juglar a recordarlos, pero también como “…elementos poéticos
que obedecen un propósito artístico definido”.
El autor muestra en forma sistemática las veces que los epítetos
son repetidos. Divide Hathaway el
poema en seis partes: 1) el exilio
del Cid; 2) sus primeras batallas en exilio, 3) la captura y defensa de Valencia
y la unión con su familia; 4) el perdón del rey y el matrimonio de sus hijas;
5) la traición de los infantes y 6) el honor del Cid restaurado.
Estos epítetos describen a un fuerte guerrero tanto como un buen padre
de familia. De acuerdo con el autor,
En buena hora nació denota la
bendición que Cid gozó de Dios desde que nació hasta que murió, aún en
situaciones difíciles. En buena ora cino espada se
refieren a sus hazanas como buen campeador.
Estos dos epítetos hablan de la vida civil del Cid, y de su vida militar.
El autor explica que estos epítetos son repetidos en aproximádamente el
40% a traves del poema.
Hathaway tiene una interpretación muy inteligente
al estudio de los epítetos del poema. Me
gusta mucho su analisis y división del poema, lo cual ayuda al estudiante a
entender mejor su punto de vista. El
autor también usa ejemplos y citas de otros críticos como Ramón Menéndez
Pidal, quien sugirió que estos dos epítetos de nacimiento y espada sean
considerados virtualmente intercambiables. Sin embargo, Hathaway sugiere que en lugar de usar estos epítetos
intercambiables sería mejor usarlos separadamente: su nacimiento se refiere a
la vida épica del Cid y la de la espada (reemplazada por su barba después)
se refiere al continuo tema del honor.
Esta explicación también la encuentro muy interesante y apropiada.
Valbuena
Pratt, Angel. “Los Cantares de Gesta: La vída heróica y la sociedad de la época”
En Historia de la Literatura Española.
Ed. Gustavo Gili.
Barcelona,
1964. 49 – 52.
El autor,
nos presenta un estudio bastante comprensivo de la literatura española durante
la época medieval incluyendo obras desde el PMC
hasta las obras de Mariana.
Específicamente nos da su interpretación del PMC visto desde varios
puntos de vista. Encontré
interesante su artículo acerca del castellanismo y la exactitud con que el PMC
fue escrito. Pero también me gustó
esta explicación acerca de cómo el poema nos da una clara imagen de lo que era
la sociedad de la época. Pratt
nos díce que la vida del héroe y sus virtudes eran realzadas en el hombre,
predominaba la democracia, no había intermediarios entre el monarca y el
pueblo. El pueblo, por su lado rendía
pleitecia y honra al monarca a pesar de la calidad y/o condiciones con que éste
gobernaba. Se reconocen los
“linajes” durante este período, refiriéndose al caso de los Infantes de
Carrión. Los de alto linaje también
reconocían la inferioridad de los que no eran de “sangre azul”. “Los de
Carrión son de natura tan alta, - non gelas devién querer sus fijas por
varraganas o quien gelas diera por parejas o por veladas?”
En el poema, nos dice Pratt, se deja ver también el sentido popular
acerca de la nobleza. Como con el
episodio del león que nos indica lo cobarde que eran los infantes.
“Los nobles como los infantes de Carrión, son excelentes figuras
decorativas que llevan airosamente buenas vestiduras, que andan majestuosos y
cabalgan bien, pero que no sirven para nada más”.
Aunque en el poema se reconoce la nobleza, también se hace mención de
la falta de dignidad de los infantes. Este
es otro aspecto de lo que era la sociedad en ese tiempo.
Estoy de acuerdo con Pratt, pues como en otra de mis
bibliografiías acerca del PMC también expliqué acerca de que el PMC nos da
una reseña de lo que el pueblo pasaba por ese tiempo. Aunque el PMC tenga algo de los poemas épicos de Francia y Alemania, creo que en este poema se ven
claramente los valores y el sentir de la España de ese tiempo.
Era un sentido de respeto, amor a la patria, amor a la familia,
responsabilidad y cortesia, los aspectos que, a traves del poema, nos dan una
idea de lo que era el pueblo.
Una vez más, vemos que el PMC incluye historia y belleza literaria
representadas en Don Rodrigo Diaz de Vivar.
Se entiende que hay una parte de fantasía y exageración, pero no tanto
como para descartar la información acerca del pueblo incluida en sus versos.
Salinas,
Pedro, “El Cantar de Mio Cid; Las primacias del Cantar” Ensayos
de Literatura Hispánica.
Ed. Sánchez Leal. Madrid,
1961. 27-43.
El autor
nos presenta una crítica muy interesante acerca de cómo el
PMC fue el “… primero en muchas cosas:
primera obra de la literatura española, primer poema épico de nuestra
lengua. Primera hechura de la figura de un héroe que va a ser, en su día, el héroe
nacional”. No solamente primero
en esos aspectos, sino también el primero en que se menciona la honra como la
esencia básica de la vida del hombre. Es
el primer poema en que la honra no se considera como una “abstracción
desprendida del accidente humano, habitante de un gélido clima. Está entretejida
con el vivir de cada día, vive ella, al vivir en un hombre, expuesta a riesgos
e infortunios, nos la deshacen y tenemos que rehacerla”.
Continúa diciendo que este poema también es el primero con un
protagonista que es el “primer personaje de la ficción literaria española,
es también el primer honrado de
nuestra literatura”
En este libro de ensayos, Pedro Salinas, nos hace ver los diferentes
aspectos en que este poema en realidad fue el primero en muchos aspectos.
El aspecto de La Honra, es
presentado como el todo del hombre: “La
honra se hace motivo de invención poética y empuja al poeta a la acción
imaginativa”. Lo interesante de
este poema es que mientras más se estudia, más dan deseos de seguir investigándolo.
Con razón Menéndez Pidal ha dedicado casi todo su trabajo a esta obra.
Estoy de acuerdo con Salinas en este aspecto, pues siendo una obra
escrita tan temprano en la historia de la literatura no cabe duda que el PMC
abrió paso y fue el primero en establecer pautas para otros poemas de su época.
Con cabalidad se lee en el poema: Ya
quiebran los albores y venía la mañana, salía el sol, Dios que hermoso
apuntaba.”
Casalduero,
Joaquin “El Cid hechado de
la tierra: La repetición”. En Estudios de Literatura Española.
Madrid: Editorial Gredos, 1983.
34 – 37.
Casalduero
nos presenta una observación muy interesante acerca la repetición en el PMC.
En este artículo nos explica el autor que la repetición aquí
“está al servicio de la intensidad de significado y de la solidez
constructiva, es una especie de contrafuerte”
En el caso de la puerta que aparece “insistentemente” en la escena de
Burgos, y también se presenta en
el asedio de Valencia. La palabra
“pan”: “…en cada uno destos
años, mio Cid les tollio el pan” “de ninguna parte que sea no les vine
pan” “mala cueta es, señores, aver mingua de pan”:
Esta palabra se repite tres veces más después en el Poema.
“También se repite dos veces la rima “huviar” llegando así con un
gran efecto artístico, al sedio perfecto, haciéndose visible la relación
entre la muralla defensiva y el cerco del ataque”.
“Dice Doña Jimena ‘partir nos hemos en vida” y en seguida el Cid:
‘partir nos emos en vida’ “Quando oy nos partimos, en vida nos faz juntar’
‘agora nos partimos, Dios sabe el ajuntar’.
No solamente se repiten las palabras, sino también las escenas y los
personajes también se presentan en dos: Raquel
y Vidas, los infantes de Carrion, las hijas del Cid. También se repite la escena al llegar Jimena a Valencia:
sube dos veces a la torre del alcázar, primero para ver la hazaña del
Cid, después para ver cómo se triunfa. Las
dobles bodas de doña Elvira y doña Sol. Las
escenas de prodigios son igualmente dos: ángel y león:
Casalduero nos presenta un estudio muy minucioso de las diferentes
palabras, escenas y personajes que se repiten en el PMC.
No había pensado en lo que esto quería decir hasta que leí esta
interpretación. Creo que hace sentido lo que Casalduero nos dice de que
“…la repetición, se usa no para buscar la simetría poética, pero para
demostrar la sólida construcción del trozo literario”.
Cuando analizamos estas repeticiones, nos damos cuenta que son muchas y
que sí ayudan a recalcar la intensidad de los hechos. Un aspecto muy interesante de la obra que nos ayuda a “…que
se grave major el trazo característico de una figura, una acción, o un
sentimiento”..Estoy de acuerdo con Casalduero con este punto de vista y esto
me ha ayudado a buscar en el PMC las diferentes partes donde se repiten palabras
o escenas. La constante repetición
es un aspecto de la oralidad de obra. ¡Muy
interesante!
Valbuena
Pratt, Angel. “Los Cantares de
Gesta: Castellanismo, Sobriedad,
Exactitud”. En Historia de la
Literatura Española. Ed.
Gustavo Gili. Barcelona, 1964.
34-43.
Angel Valbuena Pratt, nos expone su inerpretación acerca del
castellanismo, sobriedad y exactitud del poema.
Pratt comienza por decir que durante el tiempo en que la epopeya está en
su apogeo surge “…el Mio Cid como
una obra perfecta. Pratt
continua analizando su interpretación coincidiendo con otros de que el poema se
divide en tres: El destierro del héroe, las bodas de sus hijas, y la afrenta de
Corpes. Pratt da crédito a Menéndez
Pidal como el re-creador del poema. La
forma en que tan sobriamente se descríben las diferentes partes del poema,
comenzando con el destierro del Cid, incluyendo el episodio de la niña de nueve
años que le ruega al Cid no entrar a su casa, la despedida varonil de Rodrigo
ante su mujer e hijas, las aventuras épico-bélicas, continuando con las dramáticas
escenas cuando las hijas del Cid son azotadas y abandonadas por sus cobardes
esposos y así sucesivamente hasta culminar con la conquista de Valencia por el
Campeador.
No voy a negar la belleza del poema, pues las palabras que usó el autor son tan escogidas y llenas de sentimientos, que con solo leer el poema podemos casí “ver” los hechos. También admiro el orden cronológico con que el autor describe su vida como caballero. Con lo que no estoy completamente de acuerdo con Pratt es con el termino exactitud. Aunque son ciertos los hechos que se describen en el Poema, el autor no se limita a solamente relatarlos, sino que les da un tono idealista presentando escenas que ponen en la mente del lector un sentido de incredibilidad, Por ejemplo el caso cuando el Cid pelea con el león, cuando el Cid gana la Victoria de Valencia, con solamente un poco de hombres a su lado. Puede que haya exactitud en partes del Poema, pero también hay exageraciones en varias de sus partes.