Silvio Rodríguez

 

CIERTA HISTORIA DE AMOR (1969; de su disco Mujeres)

 

Yo era un muchacho tranquilo

Hasta que di con mi sueño más dorado

Que era una mujer algo mayor que yo

Ella tenía 35 y yo 18 para mi favor

(Favor dudoso)

 

Empezó por regalarme

Dos camisas y un vestido

Para que yo se los diera a mi mamá

A eso le siguió una lluvia de pequeños

regalitos para mí

(Para mí entierro)

 

Hasta me froté las manos

Cuando supe que vivía sola

Desde que por fin se divorcio

Y en su casa hice meriendas,

comidas y desayunos hasta engordar

(Casi reviento, como verán)

 

Lo tenía todo, y me puse ocioso

Me pasaba el día de la lectura al amor

¿Qué quiere mi dueño?

¿Qué quiere mi encanto?

Me decía con voz azucarada si me iba a mover

 

Mi amigos comentaban

Que yo si eran un bárbaro del diablo

Y la fama de conquistador nació

Las pepillas me buscaban,

yo me pellizcaba el brazo para ver

(Si era soñando)

 

Aprendí, de un buen amigo

A pegarle a mi mujer

A llevar los pantalones, como es la tradición

Y ella iba a mi trabajo,

para sorprenderme en algo ilegal

(Era normal)

 

Me di cuenta que las cosas

Ya no estaban es su sitio

Cuando me empezó a coser la ropa encima, al salir

Después vino la algazara,

las denuncias y los llantos al dormir

(Y pasó el tiempo)

 

Decidí dejarla cuando una noche

Desperté y la vi que se lanzaba sobre mí

Con unas tijeras de podar sus matas

Mientras me juraba que no iba a ver a otra mujer jamás

 

Me puse las botas y salí corriendo

Entre amenazas que no puedo repetir

Me puse las botas y salí corriendo

Sin sueños dorados, pero a salvo el honor