Narrativa 

Como en la poesía, el analisis de la narrativa intenta dar cuenta de qué nos dice un cuento o una novela así como de cómo lo dice. En la comunicación literaria, hay una serie de elementos que debemos tener en cuenta.

Comunicación literaria

 Autor Real {Autor implícito [Narrador(es) --------> Narratario] Lector implícito } Lector real 

Plano de la emisión: 

Autor real: La persona de carne y hueso que escribió el texto.  Los análisis biográficos se centran en esta figura. 

Autor implícito:  La imagen del autor creada mediante el texto.  La idea del autor que tiene un lector al leer el texto.  Su postura determina la ideología del texto y los juicios morales, éticos, etc. de los personajes y sus acciones.  Sus funciones principales son la de seleccionar el material y ordenarlo.  No tiene voz propia: el autor implícito no habla nunca (pero su postura ideológica se puede fundir con la del narrador y en tal caso éste es el portavoz del autor implícito). En muchos casos, el propósito del analisis literario es llegar a comprender el mensaje del autor implícito (con quien podemos estar de acuerdo o no). 

Narrador(es):  La voz que nos comunica la historia.  Hay varios modos de ver al narador.  Al leer la obra tenemos que determinar si es digno de confianza (nos dice la verdad) o no, y si no lo es, ¿por qué?  También hay que examinar su relación con la historia relatada y con el tiempo de la acción: ¿está dentro o fuera del mundo ficticio?  ¿Es testigo de los hechos?  ¿Es protagonista de ellos?  ¿Cuál es su punto de vista (primera, segunda o tercera persona)?  Si es un narrador omnisciente (que sabe lo que piensan los personajes), ¿entra en las mentes de todos los personajes o sólo algunos (focalización)?  Es importante también tener en cuenta que casi siempre nos está tratando de convencer de algo y saber ¿por qué? y ¿cómo trata de hacerlo? 

Plano de la recepción: 

Narratario: Es el personaje a quien se dirige el narrador (p.ej. en una carta dirigida a un tal "Querido Juan", Juan sería el narratario).  Si nosotros leyéramos una carta de un tal Pedro  dirigida a Juan, seríamos lectores de la carta, pero Juan sería el narratario.  El narratario puede tener mucha importancia puesto que su relación con el narrador puede determinar no sólo el tono de la narración sino también los hechos mismos que se incluyen en el relato (si ustedes les escribieran una carta a sus padres sobre una fiesta, lo más probable es que no les explicarían las mismas cosas que a su mejor amigo, ¿no?). 

Lector implícito: Una serie de instrucciones que configuran el papel ("rol") del lector en el texto, que puede ser más o menos activo.  En general sus actividades tienen que ver con la combinación de datos, su reorganización, la formulación de inferencias o deducciones.  También tiene que llenar espacios vacíos o huecos más o menos estructurados en el texto. 

Lector real: Todo lector de carne y hueso de un texto.  Al desempeñar el papel trazado en el texto este lector se sirve de su propia experiencia vital y literaria para crear (en conjunción con el texto) la obra literaria.  Nosotros somos lectores reales (o por lo menos creemos serlo), pero cuando leemos una obra tratamos de desempeñar el papel del lector implícito (es decir, seguimos las instrucciones del texto). 

Historia vs. Discurso 

El narrador comunica una historia al lector mediante un discurso. 

Historia:  Es la trama (los acontecimientos en el orden en que se presentan en el relato) o el argumento del texto.  La fábula es la historia dispuesta en orden cronológico (y muchos narradores nos cuentan las historia de manera no cronológica) y puede constar de:

-la exposición

-el desarrollo

-el punto decisivo (o eje de la acción)

-el clímax o momento culminante

-el desenlace 

La trama puede no estar dispuesta cronológicamente; p.ej. puede empezar in medias res (en medio de la acción), se nos pueden anticipar acontecimientos futuros (prolepsis) o se nos pueden relatar acontecimientos anteriores al momento de acción (analepsis). 

La historia puede acabar en un final abierto o cerrado. 

Discurso:  Es el modo de transmitir los acontecimientos, las técnicas y los recursos empleados.  En general podemos hablar de:

-descripción (de la escena)

-narración (las acciones)

-diálogo entre personajes (en general indicado con comillas [" "] o un verbum dicendi, es decir: Pedro dijo, pensó, exclamó, etc.)

-soliloquios (el habla del personaje cuando está solo)

-otros modos de transmitir los pensamientos y el habla de los personajes:

-discurso indirecto (cuando se emplean las palabras de un personaje pero el narrador las comunica desde su ubicación espacial y temporal, p.ej. Mariela pensó que eso no era verdad.)

-discurso/estilo indirecto libre (es igual al discurso indirecto pero sin indicación explícita de que los pensamientos son del personaje, p.ej. Mariela se sorprendió. Eso no era verdad.)

-monólogo interior o discurso/estilo directo libre (es la representación de la consciencia del personaje en el momento presente y en un estado "pre-verbal", es decir, se presentan los "pensamientos" del personaje a través de una sintaxis incompleta, asociación libre, etc.).

-comentarios del narrador: éstos pueden ser de carácter general; interpretativos; moralizantes; o metaficticios (o autorreflexivos) que tienen que ver con la creación literaria en sí y hacen hincapié en el carácter ficticio del relato.

-el tono: la actitud que el narrador nos comunica ante lo que nos cuenta. 

El lenguaje de un texto puede ser literal o figurado (o ambos).  Si es figurado se puede servir de figuras retóricas y de tropos.  Puede además remontarse a un plano simbólico. 

El tema es la idea central de un texto. Puede aparecer explícitamente en el texto (es decir, el narrador nos lo dice como en el caso de una moraleja), o puede estar implícito (nosotros tenemos que leer todo el texto y decidir cuál es).  En este caso, puede haber más de un tema y sólo podremos determinarlo(s) después de una lectura atenta y analítica. 

Ironía y paradoja 

El discurso puede ser irónico.  La ironía consiste en decir algo de tal manera que se entienda o se continúe de forma distinta a la que las primeras palabras parecen indicar; el lector, por tanto, debe efectuar una manipulación semántica (de significado) que le permita descifrar correctamente el mensaje, ayudado por el contexto o por una peculiar entonación del discurso.  La ironía presupone siempre en el lector la capacidad de comprender la diferencia o desviación entre el nivel superficial y el nivel profundo de un enunciado (lo que se dice).   

La paradoja es una figura lógica que consiste en afirmar algo en apariencia absurdo porque choca contra las ideas corrientes, el "sentido común", o lo comunmente aceptado, pero que encierra una verdad más profunda.