La corónica de Espanna

Alfonso X el Sabio (1252-1284)

[Fernán González venció a Almanzor con la ayuda de Santiago]

Cap. 700 El capitulo de como el conde Fernand Gonçalez lidio con Almançor yl uencio.

Otro dia de mannana fueron los moros en el campo; sus azes paradas, dando tan grandes uozes et faziendo tan grandes alaridos, que semeiaua que tod el mundo uinie y. Los cristianos otrossi, pues que oyeron la missa grand mannana, salieron al campo, et començaron de lidiar. El conde Fernand Gonçalez andaua entre los moros firiendo et matando assi como sierpe rauiosa, et esforçando todauia a los suyos que fuessen buenos; mas pero con tod esto non se pudieron uencer el segundo dia nin los unos nin los otros. A la noche tornaronse los cristianos a sus tiendas muy lazrados; et ouo y aquel dia muchos dellos muertos et feridos, et los que escaparon estauan muy lazrados et canssados. Et quando fue a la prima noche mando el conde llamar a todos et dixoles assi: <<Amigos, por Dios que esforcedes et non desmayedes por el grand lazerio, ca yo uos digo que cras fasta ora de nona auredes grand acorro, en manera que uos uençredes el campo yl auredes. Et si uos quisieredes que uenzcamos nos, seamos cras mannana en el campo ante del sol salido, et firamos muy de rezio et de todo coraçon, et non les demos uagar, ca luego nos dexaran el campo por fuerça. Et digouos que de muertos o de uençudos non escaparan de nos. Et pues que los ouieremos uençudos et arrancados del campo, fuyran et yremos nos en pos ellos en alcanço, et uengarnos emos dellos del mal que nos an fecho. El seguro so yo de nos que non seremos uençudos, ca ante nos dexariemos todos morir que esso fuesse, nin querriemos dexarnos prender a uida, et bien se yo que lo meior faremos>>. Pues que el conde les ouo dicho esto, fueronse cada unos pora sus posadas, et dormiron et folgaron fasta otro dia.. El desi leuantaronse por la grand mannana, et armaronse. Los moros armaronse otrossi et salieron al campo. Mas los xpristianos fizieron la sennal de la cruz ante sus caras, et rogaron a Dios de todos sus coraçones que los ayudasse contra aquellos sus enemgos; et su oration acabada, baxaron las lanças et fueron ferir en los moros llamando <<sant Yague!>> Et como quier que ellos estidiessen muy canssados de la batalla que ouieran ya en los otros dos dias passados, mas esforçadamientre començaron esta que ninguna de las otras. Et el conde Fernand Gonçalez, como era muy esforçado cauallero en armas, fazie en los moros tan grand mortandad que non auie y ninguno quien se le osasse parar delant. Otrossi los otros de la su parte non se dauan uagar; et tan grandes eran los suenos de las feridas de las lanças et de las astas que firien unas en otras, et dellas que crebauan de las feridas que se dauan con ellas, que de muy aluen las oyen los omnes. Et como quier que ellos eran muy esforçados en la batalla, mucho lo eran mas cada que el conde oyen nombrar <<Castiella!>>…. Et el conde, en llegando et firiendo luego en los moros, todo uno lo fizo conortando a los suyos et esforçandolos a la batalla, diziendolos: <<amigos et hermanos, feritlos de recio, ca yo so el conde Fernand Gonçalez, et uençudos los auedes!>>. Et en tod esto el non estaua en uagar, ca tantos mataua de los moros que muchos eran ademas. Los cristianos, quando uieron a so sennor, como quier que estidiessen canssados et lazrados, esforçaron et perdieron el miedo, et fueron ferir de rezio en las azes de los moros. El conde, andando entre todas las azes muy brauo et mui libre en sus armas et en sus fechos, matando muchos dellos ademas, ouose de fallar con aquel rey moro de Affrien, el que matara a don Gustioz. El moro quando uio al conde, quisieral foyr et desuiarse dell si pudiera, por que oyera dezir que omne que con el lidiasse quel non podrie escapar a uida. Mas el conde non le dio esse uagar, et parosele luego delant, assi quel non pudo foyr; et aguijo contra ell muy de rezio, et diol de la lança un tan grand colpe por el escudo que dos partes le fizo del, et falssol todos los guarnicios, de guisa que tod el fierro de la lança le echo de la otra parte; et el moro cayo en tierra muerto daquel colpe. Los moros quando esto uieron, ouieron dende muy grand pesar, et llegaronse alli sobrel conde mas de C caualleros de los moros; et mezclose estonces el torneo mucho mas que antes, et murieron y bien XL de los cristianos. Et tan grand fue alli la mortandad dell un cabo et dell otro que ouo y ora, que bien cuedo el cuende que nunqua iamas tornarie a Castiella, ca se le yua guisando la muerte si Dios non acorriesse. Et estando ell en esta muy grand quexa, començo a rogar a Nuestro Sennor Dios quel acorriesse, et dixo assi: <<Sennor, pues que yo non e uentura de arrancar esta lid, non quiero yo ende escapar a uida aun que pudiesse, ca meterme e en logar do me maten, et assi no uere tanto mal nin tanto crebanto. Et despues que muriesse, non ueria tan grand pesar como quando uiesse Castiella crebantada et sin sennor et metuda en catiuo et en poder de Almançor et de los otros moros; et por non uer aquel dia, mucho me sera meior agora la muerte. Et Sennor, como quier que nos seamos muy peccadores et muy errados et nos tengas tu sanna por ende, por la tu merced non quieras tu destroyr Espanna, ca serie muy grand mal de perderse assi por nos tierra tan heredada et tan buena. Et Sennor Jhesu Cristo, ¿por que me non compliste lo que pudiste comigo que me acorreries en esta fazienda? Et yo non te fallesciendo ¿por que me fallesces Tu? Et Sennor, pues que segund yo temo Tu de mi eres despagado et assi me as desamparado por alguna culpa en que te yo yago, recibe tu en guarda este mio condado que Tu me dist; si non, todo sera de los moros astragado por suelo. Pero non morre assi desamparado, ca ante que yo muera fare tal cosa en los moros, que quanto el mundo sea siempre ayan ende que fablar. Et Sennor, si Tu tanta de gracia me quisiesses fazer por la tu merced que yo pudiesse llegar a Almançor, bien cuedo que me podria del uengar, yl maltraeria ante que yo muriesse, et tomaria uengança de la mi muert et de la de todos los oros mios que aqui murieren, Et si Tu quisiesses que esto se cumpliesse, assi seriemos mas yo et los mios ayuntados todos en uno contigo en parayso>>. Et el conde andando esto diziendo et quierellando entre si a Dios, et lidiando con tod esto a grand poder, oyo una uoz quel dixo: <<Fernando, sepas que grand bando te llega>>.  Quando esto oyo el conde, alço los oios suso catando a todas partes si uerie quien era el quil llamara yl aquello dixiera, et catando alla uio ell apostol sant Yague estar sobre si con [Santiago aparece] gran companna de caualleros, todos armados con sennales de cruzes, segund a el semeiaua; et yuan contra los moros, sus azes paradas. Et los moros uieronlos estonces como el conde, et ouieron muy grand miedo, et fueron muy mal espantados, ca se touieron por muy embargados dellos porque ueyen tantas yentes todas de una sennal, et marauillauanse mucho donde uinieran alli. Dixo estonces Almançor contra sus moros: <<?que puede esto ser, o dond cresce tan grand poder al conde? Yo cuedaua prender oy a el et a sus cristianos pocos que tiene, et por uentura et por occasion si non contesçra esto oy a nos de prendernos el o uencernos et maltraernos>>. En tod esto los cristianos que estauan ya canssados et desmayados et muy afrontados et a temor de perder alli los cuerpos, quando uieron ell apostol, uenoles cobro et coraçones, et fueron mui esforçados; et tornaron tan de rezio en los, moros que mataron muchos dellos ademas, et metieron en ellos espanto muy mayor que antes; de guisa que los moros non lo pudieron ya soffrir, et ouieronse de arrancar por fuerça et dexar a los cristianos el campo. El conde, quando esto uio, cogio en pos ellos firiendo et matando et colpando en sus espaldas a grand poder, et segudolos fasta en Almenar. Et mato y en aquel alcanço tantos, que eran muchos mas los muertos et catiuos que non los matadores; et catiuo y muchos otrossi, et era con guisa, cal duro aquel alcanço un dia et dos noches, assi como cuenta la estoria….Et entre los moros que y yazien mucho espessos, buscaron a los cristianos que moriran en la batalla pora leuarlos a enterrarlos cada uno en sus logares entre sus naturales; et escogieronlos; et pues que los ouieron apartados, estauan guisando como leuassen cada unos los suyos. Estonces el conde, quando esto les uio fazer, como era omne complido de todas buenas mannas, non lo touo por bien, et dixoles assi: <<Amigos, non me semeia que en esto bien fazedes nin cordura, de uos querer agora assi embargar a uos et a uuestras compannas de leuar muertos a uuestros logares; et tengo que non ganades y nada, ca metredes grandes roydos et grandes duelos por la tierra. Et digouos que lo non ueo nin lo tengo por bien, de embargar assi los muertos a los uiuos; demas que non podremos ninguno dellos tornar a los uiuos por duelo que y agora fagamos. Mas aqui acerca a una hermita, que es logar muy onrrado, et ternia por bien yo de enterrarlos alli, ca en meior logar deste non podrien yazer; et demas yo he prometudo mio cuerpo de enterrarle y, et mando que quando yo finar que me y entierren, et yo punnare de fazer en aquel logar por que sea muy rico et muy onrrado et como sea Dios y muy seruido siempre por los que y yoguieremos enterrados>>. Ellos estonces oyeron todos lo que el conde dizie, et mesurando el fecho en que estaua et ell estado en que eran, touieron que lo meior que y podrie seer que aquello era lo que el conde dizie. Et otorgaronle estonces quanto el querie, et leuaron los cuerpos, luego a aquella hermida, et enterraronlos y en aquel logar aquello meior et mas complidamientre que ellos pudieron. Et es de saber que la hermita era aquella a que agora dezimos el monasterio de Sant Pedro de Arlança….