Sean
McCroskey
Aizenberg,
Edna. “The People of the Book and the
Ambiguity of the Book of Good Love.” Romance
Notes 26.2 (1985):
155-163.
El enfoque de este artículo es la representación de los judíos en el Libro
de Buen Amor, y las interpretaciones diferentes que se pueden hacer de esta
representación. La autora propone que Juan Ruiz utiliza mucha ambigüedad en su
tratamiento de los judíos en el Libro, en algunos casos tratándoles con
desdén (“pueblo de perdición”, “pueblo porfiado”) y en otros con una
agradable familiaridad, reflejando la convivencia entre las tres religiones en
España durante esa época. La autora le atribuye esta ambigüedad al conflicto
en Juan Ruiz entre lo espiritual y lo terrenal que se demuestra a lo largo del
libro. La doctrina católica dice que los judíos mataron a Cristo, y por eso
Juan Ruiz está obligado a representarlos como gente mala, pero por otro lado,
en su vida diaria Juan Ruiz tenía mucho contacto con los judíos, hecho que la
autora del artículo prueba por la familiaridad de Juan Ruiz con la comida, las
fiestas tradicionales, y las prácticas religiosas de ellos. Y, según la autora,
mientras que Juan Ruiz está condenando a los judíos por su carnalidad,
reconoce la carnalidad en el mismo, y siente un vínculo con ellos. La autora
demuestra esta actitud no tan negativa en la batalla entre don Carnal y doña
Cuaresma, que era un cuento muy popular durante esta etapa. En otras versiones
del cuento, cuando doña Cuaresma derrota a don Carnal y él tiene que
refugiarse con los judíos, lo hace con mucha vergüenza, mientras en el Libro,
toma mucho placer en vivir con ellos; lo hace con gusto.
La
autora de este artículo presenta su tesis de manera muy clara, sin usar términos
demasiadas especificadas. Usa varias detallas del Libro
para ampliar sus ideas, y por examinar otros textos de la época, así siendo
una aproximación histórica, apoya su opinión aún más efectivamente. También
discute las interpretaciones de otros eruditos del papel de los judíos en el Libro,
y los problemas que ve en ellos, que le da crédito a su tesis. En términos
generales, este artículo ayuda al lector del Libro a entender la muy
ambigua representación de los judíos en la obra.
Gerli, E. Michael. “Don Amor, the
Devil, and the Devil’s Brood: Love and the Seven Deadly
Sins in the Libro de buen amor.”
Revista de Estudios Hispánicos 16.1 (1982): 67-80.
Este
artículo trata del episodio del Libro de buen amor en que el narrador
enfrenta a don Amor y, máas específicamente, la relación entre la presentación
de los siete pecados capitales en el Libro y la de la Iglesia en esa época.
En esencia, el artículo dice que Juan Ruiz, autor del Libro, usa un
estilo parecido al de la Iglesia para representar los pecados capitales, resulta
que un público medieval reconocería inmediatamente elementos satánicos en don
Amor, mientras nosotros hoy en día quizás no los reconozcamos sin ayuda. Sin
embargo, dice también que hay diferencias significantes entre las dos
presentaciones, especialmente en el orden de los pecados. Dice que la
representación del pecado de “codicia” como “fija mayor” de don Amor es
muy parecida a la representación de los siete pecados capitales como hijas del
diablo, táctica didáctica que la Iglesia empleaba durante esa época para que
la gente los entendiera mejor. De esta manera, Juan Ruiz le demuestra al público lo satánico de don Amor, y del “loco amor” a la vez. Para ilustrar su
tesis, el autor del artículo destaca selecciones del Libro en que se
emplea vocabulario como fuego, llama, y quema para describir el
amor, palabras que también se pueden usar para describir el infierno. El autor
también señala que difiere Juan Ruiz de lo tradicional en el orden en que pone
los pecados. Tradicionalmente, el primer pecado es “superbia,” mientras que
Juan Ruiz pone el amor (el autor emplea la palabra “cupidity”) primero para
amplificar el poder malo del amor.
Grace, Lee Ann. “Multiple Symbolism
in the Libro de Buen Amor: The Erotic in the Forces of Don Carnal.” Hispanic Review 43.4
(1975): 371-80
El
punto de enfoque de este artículo es el episodio de don Carnal y doña Cuaresma
en el Libro, y los símbolos eróticos que se emplean que no se habían
investigado hasta la publicación de este artículo. La autora dice que mientras
que este episodio es obviamente simbólico de la Cuaresma de la tradición católica,
hay también un simbolismo más profundo a lo largo de este episodio, que tiene
que ver con el eroticismo. La autora analiza la variedad de animales que incluye
Juan Ruiz en este episodio, y encuentra conotaciones sexuales en muchos de ellos.
Por ejemplo, el conejo aparece aquí, que es símbolo de la sexualidad femenina,
y también está relacionado con la palabra coño. También
hay referencias al puerco, relacionado con el miembro masculino. El autor también
incluye citas de fuentes medievales que describen las calidades sexuales de
varias bestias, demostrando que estas conotaciones eran comunes en la Edad
Media, y por eso que un público medieval las reconocería fácilmente.
Este
artículo facilita un entendimiento más profundo de este episodio del Libro.
La autora demuestra cómo emplea Juan Ruiz los dos sentidos de lo carnal, cosa
que, según este articulo, no se ha notado antes. Es una aproximación mitológica,
creo, por su análisis de los símbolos comunes de la época. La aproximación
de la autora a su tema es muy sencilla y directa, y el uso de fuentes medievales
ayuda al lector a percibir esta parte de la obra como un lector (o oyente)
medieval lo haría.
Knorst, Judith Irene. “The Element
of Temptation in the Libro de Buen Amor.” Hispania 64.1 (1981): 53-59
Este
artículo es un análisis de las actitudes de Juan Ruiz hacia la tentación que
se demuestra en el Libro. El mensaje
esencial del artículo es que Juan Ruiz no parece ser buen cristiano, por el
hecho de que no trata de evitar la tentación ni siquiera una vez. Dice la
autora que lo que dice Ruiz está muchas veces en contra de lo que dice la
Biblia respecto a la tentación; por ejemplo, Juan Ruiz dice “que se non puede
escapar de pecado,” mientras la Biblia enseña que Cristo nos da la gracia
para evitarlo. La autora propone que aunque no hiciera los pecados que describe
Juan Ruiz en su obra, todavía ha pecado, porque pensar en algo malo, sin tratar
de evitar dicho pensamiento, es un pecado también según la Iglesia. Va
desacreditando a Juan Ruiz, a veces con una maldad que me confunde, diciendo en
unos casos que Juan Ruiz no sabe lo que piensa y a veces que es un hereje,
conduciendo al lector a un desastre espiritual.
Yo
creo que aunque esta autora ha escogido amplios ejemplos del texto para apoyar
su tesis, su aproximación al tema es demasiado absorta en las implicaciones
religiosas del Libro, en vez de su
importancia histórica en la literatura, aspecto que es, yo creo, más
importante hoy en día. La autora parece creer que lectores hoy en día van a
ver a Juan Ruiz como modelo de conducta y hacer lo que hace en el Libro, idea que es ridícula. Yo creo que la idea de la tentación sí
juega un papel muy importante en la obra, pero la autora se ocupa demasiado con
aspectos religiosos para explorarlo efectivamente.
Williams,
Este
artículo trata de las maneras en que los personajes en el Libro se
responsabilizan (o no se responsabilizan) de sus acciones, y como esto afecta el
mensaje del Libro. Empieza con una breve discusión de las declaraciones
del Arcipreste sobre su amor para las mujeres, en que dice que él está
condicionado a buscar el amor, y por eso no es su culpa. Luego el artículo
enfoca en dos episodios del Libro, el del rey Alcaraz y el de los griegos
y los romanos. El episodio del rey, en que los astrólogos todos predicen que
cosas diferentes le van a pasar al príncipe, y al final todas las predicciones
vienen a pasar, ha sido interpretado por algunos eruditos como un mensaje de
Juan Ruiz, diciendo que es la responsabilidad del lector de buscar sentido en el
Libro, así que Juan Ruiz no tiene que ser responsable por lo que escribe.
La autora de este artículo no lo cree, pero sí cree que el episodio sirve como
otro ejemplo de que las fuerzas del exterior controlan la vida del hombre, otra
vez negando la responsabilidad. (También señala la autora que en otras partes
del Libro Juan Ruiz dice que nació
bajo el signo de Venus, causa de su carnalidad.) Con respecto al malentendido
entre los griegos y los romanos en el otro episodio,
algunos eruditos creen que este sirve como otro mensaje al lector, que se
puede interpretar la misma cosa de muchas diferentes maneras; otra vez,
significando que es la responsabilidad del lector de buscar sentido en el Libro.
La autora, por otro lado, no lo cree. Ella cree que Juan Ruiz entendió el
sentido de símbolos, y que tienen sentido por convención, mientras siendo
arbitrarias. Por eso, Juan Ruiz sabía que había un número limitado de
interpretaciones de su obra, y tuvo que ser algo responsable por lo que escribió.
Yo
creo que la autora explora muy bien un tema que aparece a lo largo del Libro, con una aproximación deconstruccionista, en que discute los
sentidos múltiples de los símbolos. Resume
las opiniones de otros eruditos antes de dar su propia opinión, y explica bien
sus razones por esa opinión. También, por ofrecer una variedad de opiniones (incluyendo
la suya), le permite al lector que forme su propia opinión de la intención de
Juan Ruiz.