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Nombre: Carmen Sánchez
Date: 09.06.2006
Time: 14:10
El castillo de Ontranto no causó ningún sentimiento de lo extraño en mí. Si puedo decir que según lo que vimos en “The Uncanny” de Freud, El castillo de Otranto tiene escenas que pueden ser catalogadas como “extrañas”, si nos dejamos llevar por estas ideas de Freud. El desmembramiento de Conrad por medio de un enorme casco, puede ser visto como el miedo a la castración del que habla Freud. Primero es ilógico que un casco gigante caiga del cielo, pero suponiendo que esto pudiera pasar, el autor pudo haber dicho que el casco solo aplastó a Conrad, pero éste describió muy bien como su cuerpo había sido separado en pedazos. También la semejanza de Teodore con Alfonso, puede ser catalogada tanto como la repetición de un suceso que fue conocido de alguna manera por los observadores y también puede ser visto como el no poder distinguir la verdad de la fantasía. Según Freud, estos dos eventos producen el sentimiento de lo extraño en el lector. Es muy cierto que la sensación que produce la literatura cambia con el tiempo. Imagino que para que El castillo de Otranto se considere la primera novela gótica, en su a los lectores de ese tiempo les debió causar pánico leer cosas como las que pasan en la novela. Cascos gigantes, manos y piernas que se mueven por sí solas y apariciones son cosas que para la gente de la época en que la novela fue escrita tenían mucha veracidad y no había modo de preguntarse su autenticidad. Para mí como lectora de nuestra era, más que extrañas, muchas de las cosas me parecieron comiquísimas.