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Nombre: Maggie Gould
Date: 10.03.2006
Time: 12:00
Creo que en las obras de Bécquer podemos ver la importancia de la música como algunos papeles diferentes que encontramos en otras obras fantásticas. En el caso de “El Miserere”, la música representa los papeles de la mujer, la oscuridad, y las fantasmas. La música representa la mujer como deseo. El romero quiere buscar y encontrar la música porque instile algo en su corazón, como el enigma de la mujer. También representa la oscuridad porque es algo que solamente se escucha. No hay una cara para ver, ni un sabor, ni oler. Solamente hay el sonido, que viaja en todas partes, sin cara ni sabor y que solamente exige en la oscuridad de los oídos. La última representación de la música en “El Miserere” es los fantasmas. El texto describe que cantan, “los monjes, los cuales, muertos tal vez sin hallarse preparados para presentarse en el tribunal de Dios limpios de toda culpa, vienen aún del purgatorio a impetrar su misericordia cantando el Miserere”. Vemos que la canción para los monjes es su pasaje al cielo, y que sin la canción nadie sabía que les pasó. La canción es los fantasmas, o sea, los espíritus de los muertos. En el caso de “Maese Pérez El Organista”, vemos que la música del órgano representa la vida y muerta del viejo organista, Maese Pérez. En relación de la oscuridad, Pérez es ciego, y por eso, él tiene su propia oscuridad en que la música le acompaña cuando no hay alguien para ver. Cuando é muere, el nuevo organista es algo raro, es un “ignorantón” según la gente y toca “los registros del órgano con una gravedad tan afectada como ridícula”. Ahora no representa la alma de Pérez, en vez es lo ridículo del otro hombre. Al final, vemos que el alma de Pérez está vivo en el órgano, como los fantasmas de los monjes en el otro cuento. La música siempre representa otros personajes o sus almas en las obras de Bécqua, y que nunca es solamente las notas o el instrumento.