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Nombre: Darci Sale
Date: 10.05.2006
Time: 13:14
El narrador externo nos presenta a Don Anselmo como un forastero extraño. Don Anselmo tiene tantos característicos poco comunes. Es decir que el ermitaño tiene rasgos de una vivacidad nada común. Nos dice que este hombre tiene metida en la cabeza una idea insana. El narrador externo hace hincapié en que Don Anselmo parece tener “una tenaz idea clavada en la mente.” Es como si hubiera una obsesión que no puede olvidar. Es posible que Don Anselmo vaya a descubrir una manera rara o extraña para dejar de esta obsesión. El narrador dice, “(la idea) que no le daba respiro, impidiéndole dirigir la atención a cualquier otro punto, y en su marcha se le veía agitarse...” La niñez de Don Anselmo parece que era una de mucha desbarajuste en la imaginación. Aunque viene de una familia privilegiada, su juventud era borrascosa. Cuando era niño, Don Anselmo siempre “pasaba semanas enteras retirado de las gentes, triste, aburrido.” Por la mayoría de su juventud pasaba el tiempo en solitario y abstraído. Describa la obsesión mental de Don Anselmo como si fuera una volcán que va a entrar en erupción. Digo este porque el narrador dice muchas veces que, “no existía un ser cuyo papel en la sociedad hubiera sido más pasivo.” Es evidente que hay un desequilibro mental por la manera en la que actúa, pero Don Anselmo no entiende como funcionar ni deshacerse de la obsesión. Hay algo que está parándole de tener una vida normal. Podría ser un desequilibro químico dentro de su cerebelo. Los desequilibros químicos nos da miedo porque sabemos que hay algo que no funciona correctamente en su mente, y por eso no sabemos lo que va a hacer en un momento al otro.