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Nombre: Danielle Quadrani
Date: 11.02.2006
Time: 13:19
En los dos cuentos vemos que la soledad puede tener la capaz de volverse loco. En ambos vemos esta locura que había sacada en los personajes principales, pero en maneras distintas. En “El Horla” el personaje se siente tan solo que empieza a imaginar que esté enfermo, que tiene una fiebre o puede ser algo peor, no está seguro. Se siente como si no pudiera librarse del sentimiento de perder su razón y esta preocupación está representada en su vida real. Dice que “cuán débil es nuestra razón y cuán rápidamente se extravía cuando nos estremece un hecho incomprensible.” Su locura o “nerviosidad febril” empieza cuando se acuesta y tiene una pesadilla y siente que alguien le acerca y va a estrangularle. Lo que pasa es que siente la soledad y este sentimiento es tan fuerte que tiene las pesadillas que representan esta lucha contra sí mismo, pero él mismo está estrangulándose con los pensamientos de perder su razón, una pérdida que sería a causa de su soledad. Después hay unas series de acontecimientos extraños que inventa para buscar la razón o la base, de sus pesadillas o sea de sus sentimientos de soledad. Su vaso de agua está o vacía o llena y no coincide con cuánto había bebido él, es como si imaginara que hubiera una persona para acompañarle, un evento para distraer sus pensamientos de estar solo. En búsqueda de la razón que pertenece con estos eventos, encuentra el monje en un viaje que le cuenta unas leyendas y lo convence que hay seres diferentes que existen aunque no los vemos, como no vemos el viento, todavía existe. Con esta explicación, puede justificarse en pensar en los acontecimientos raros y dado que está casi obsesionado con seres invisibles, pueden continuar en acompañarlo. Pero él no cree completamente en esta explicación y continúa buscar en Paris y en revistas científicas pero lo que concluye es que puede dar la culpa al Horla, pero está dentro de su alma. Es como el dicho: “tú eres tu propio enemigo.” El estaba tan solo y a causa de eso su imaginación era tan fuerte que imaginara otros seres y acontecimientos que implicarían que haya alguien para acompañarlo. Había una sola solución para matar al Horla….suicidarse. En “El perseguidor” vemos la soledad en su vida y ella trata a establecerse en otras ciudades para “huir de su melancolía.” Esta novelita me tocó personalmente porque soy como Matilde en cuanto a viajar y las ventajas que nos traje un viaje. No es completamente como una solución de sus problemas sino una afición con viajar, como si necesitara viajar en un lugar desconocido para librarse de una vida monotonía, como viven los demás. Ella dice, “… no estar sujeta a nada, de no verse ligada a la rutina de aquellas gentes mediocres en las que se había malogrado su primera juventud.” Tiene la curiosidad de ver lugares diferentes para llenar la vacía de su alma, de su soledad. Tiene interés por todo y puede ver “cada monumento, cada estatua o cada cuadro que conmoviera su espíritu en la contemplación de su belleza.” Ella tiene ganas de viajar, experimentar y ver el mundo para que no viviera como las mujeres de la provincia, donde esperan al lado de chimenea hasta la muerte. Quiere tener un propósito de vivir pero con las influencias de sus recuerdos, con los sentimientos de la nostalgia y con estar sola ella empieza imaginar un hombre que la sigue. La primera vez que lo imaginó este fue en Venecia en la Nochebuena, y con este, me relacioné a mi vida. Como ya he dicho que soy como Matilde y tengo una afición a viajar, el año pasado, yo estaba en Venecia dos semanas después de la navidad y la cuidad es muy callada, como hay barcos, canales, y puentes en vez de coches, calles y peatones. Yo también sentí sola sin tener mi familia conmigo en las fiestas, sin estar en una ‘zona de comodidad’ y por eso entiendo que lo que pasaba con ella fue eso. Echaba de menos a su seguridad a un lugar, a una gente que conocía. No creo que fuera un hombre que vio, sino su imaginación la cual representa su pasado en la provincia pequeña en Andalucía. Siempre existirá esta parte de su pasado y seguramente hay momentos en los que se sentiría lo más cómoda en su pueblo que en todos los otros lugares. “Necesitaba unirse a las demás gentes en un lazo mutuo, formar parte de su comunión,” a veces es necesario lo que nos ofrecen la familia y con el hogar o sea la apoya de estos. Por eso, después de cada visita del hombre, lee las cartas de los familiares y luego regresa a España. Tan pronto como llega, decide que no quiere ser como las mujeres, como la hembra y se va. Muchas veces hay concesiones para tener una vida gitana y hay que recordar que “a cualquier lugar que vas, allí eres.” (Wherever you go, there you are.) No se puede escaparse del pasado, siempre te sigue.