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Nombre: Brenda Bryson
Date: 11.13.2006
Time: 21:52
Cuando aparece el hombre de negro en el segundo capitulo, se nota inmediatamente que no es una entrevista típica. Empiezan hablando de la novela que estaba escribiendo la narradora, pero cuando ella insiste en que no recuerde, el hombre de negro le dice que no se acuerde” es decir “no se puede entender todo” (34). Lo que sigue parece algo parecido a la hipnosis, con el intento de sacar la historia dolorosa de su pasado que no recuerda/no entiende ella. El hombre trata de calmarla y la anima “mirar la tormenta” y no bajar la persiana, otra referencia a la tormenta de sus recuerdos olvidados. Luego la narradora cierra sus ojos y el hombre la guía hablar de viajar y de lugares que parecen lejos, pero no están (como Portugal) y dice: “solo la distancia revela el secreto de lo que parecía estar oculto” (39). Luego cuando empieza a recordar la narradora, buscando lo que está oculto, muestra resistencia de ir mas allá de lo cómodo: “renuncio a la búsqueda, vuelvo al texto” (40). Todo eso (y más) me da la idea de que el hombre podría ser alguien inventado por ella, la parte de su persona que quiere revelar su pasado y su historia o una parte de la personalidad misma de la narradora--otra personaje quien aparece para ayudarla. Siempre vuelva el hombre al tema de la literatura de misterio, con comentarios como “el lector siente que no puede creerse ni dejarse de creer lo que vaya a pasar en adelante” (46) y luego “la ambigüedad es la clave de la literatura de misterio… no saber si aquello que se ha visto es verdad o mentira, no saber nunca” (49). Entonces, también podría ser el autor implícito metiéndose en la historia para escribir la novela porque habla de las características de la literatura de misterio, lo cual está escribiendo. Cualquier que sea, tiene poder sobre la narradora evocar lo que no se siente concientemente lista de revelar: “confianza con él, no tengo ninguna, no es confianza lo que ofrece, es algo de signo incluso opuesto a la confianza, inquietante y sugestivo, como una continua incitación a mentir” (85).