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Nombre: Sean Carpenter
Date: 11.16.2006
Time: 09:21
Creo que es interesante que Carmen Martín Gaite haya incluido mucha de sus propias experiencias en este libro. Ella vivía en una época tumultuosa para las mujeres. Esta época es representada en este libro por ‘el cuarto de atrás.’ Pero primero, para entender lo simbólico, tiene que ver con el espacio “real.” Dentro del cuarto, hay “libros que, para enredar mas la cosa, guardan dentro fechas, papelitos, telegramas, dibujos, texto sobre texto: docenas de libros que podría abrir y volver a cerrar, y que luego quedarían descolocados, apilados unos sobre otros, proliferando como la mala yerba.” Este cuarto y lo que contiene representa todas las memorias reprimidas de la narradora. El texto nos da un clave de esto un poco después cuando habla de los letreros, que “nos orientan, nos ayudan a escapar de abismos y laberintos, pero queda siempre la nostalgia de la perdición que se cernía.” Estos letreros, o memorias individuales del cuarto de atrás – su mente, son lo que dice, un escape, pero siempre son afectados por la memoria de la represión de la régimen y el papel de la mujer. Ella, y su madre también, leen la literatura en ‘el cuarto de atrás’ porque están prohibidas de leerlos en la vida real. Este es el escape. Usan la nostalgia como una oportunidad de hacer cosas prohibidas, como leer. Es como describe la narradora, ‘el cuarto de atrás’ es ‘un desván del cerebro…ordenada por la mente…que vive agazapado en el cuarto de atrás.’ La razón que necesita un cuarto de atrás es la represión bajo el régimen de Francisco Franco en el siglo XX. Caracterizada como un fascista al principio, Franco censuró casi todo de la cultura español, incluyendo los libros que la narradora “escondió” en el cuarto de atrás.